Hospital Bella Vista
Todo comenzó en 1920, cuando el Dr. William C. Dunscombe, después de servir por diez años como médico misionero de la Iglesia Adventista en Japón y Africa, aceptó la invitación para ir a trabajar a la Central Guánica, en el poblado de Ensenada. Llegó a Puerto Rico con su esposa Hattie y sus tres hijos: Dorothy, Colby y Lois.
La compañía azucarera tenía su propio hospital y al lado estaba la farmacia. El doctor Dunscombe era el médico de los administradores y empleados de la Central, y de los miles de campesinos cortadores de caña. Cuando los enfermos no podían ir al hospital, él los visitaba en sus hogares. Viajaba a pie, a caballo, o en carretas de bueyes. Durante el “tiempo muerto”, cuando no había corte ni molienda de caña, tres veces por semana el doctor Dunscombe regalaba plátanos, arroz, habichuelas, harina de maíz y otros alimentos a los pobres de Ensenada y Guánica. También les regalaba las medicinas o dinero para que las compraran.














